Próximas aventuras
Descubre que tenemos preparado para ti.
Qué hacemos
En Wilditer no viajamos para tachar destinos, viajamos para vivirlos.
Creemos que viajar no es acumular lugares, sino coleccionar momentos.
Por eso huimos de lo turístico enlatado y buscamos lo real:
los paisajes que te dejan sin aliento,
las miradas que dicen más que mil palabras,
y las sonrisas que nacen en mitad de lo inesperado.
Queremos que nuestros Wilditeros sientan el viaje, no solo lo vean.
Que conozcan culturas de verdad, que se involucren, que conecten.
Diseñamos cada experiencia con cariño y conciencia: elegimos a mano los destinos, los alojamientos, las rutas, la comida… todo. Porque cada detalle cuenta cuando lo que buscas es dejar impregnarte, no sólo pasar.
Sí, somos aventureros. Y sí, nos encanta el cachondeo.
Por eso nuestros viajes tienen tres ingredientes clave:
buen rollo, aventura y alegría, en grandes dosis.
¿Vamos a lugares conocidos? A veces sí.
¿Nos hacemos esa foto “postu” que todos quieren? Pues claro, ¡qué le vamos a hacer!
Pero en Wilditer siempre intentamos ir más allá, buscar lo auténtico, lo escondido, lo que no sale en las guías.
Además, venimos a romper un mito:
No hace falta conocerse de antes para vivir algo inolvidable.
Aquí, los “desconocidos” se convierten en colegas, los colegas en familia,
y los viajes… en recuerdos que duran toda la vida.
Wilditer no es solo una forma de viajar.
Es una forma de vivir, de compartir, de conectar.
¿Te vienes a descubrir el mundo con nosotros?
Quienes somos

Dos almas inquietas con el GPS siempre encendido y la risa floja.
Locos por la aventura, enamorados de la vida y adictos a los viajes con alma.
Vivimos cada día como si nos lo fueran a quitar mañana, y preferimos mil veces que nos llamen “disfrutones” antes que “aburridos”.
Si hay una mochila, una buena historia y unas vistas bonitas… ahí estamos.
Amamos conocer culturas nuevas, perdernos por el mundo y encontrarnos en el camino.
Nos mueve la conciencia social, el respeto por el planeta y la pasión por los animales.
Y sí, también nos flipa el cachondeo, la música en directo y esos planes improvisados que acaban siendo los mejores recuerdos.
Estamos en constante construcción, como cualquier buena aventura.
Por eso creamos este proyecto: para compartir nuestra forma de ver (y vivir) el mundo.
Porque si hay algo mejor que viajar, es hacerlo en buena compañía.
Ainhoa
Ella es… un torbellino de risas, historias y aventuras.
Alegre, extrovertida, soñadora, cabezota y con un corazón más grande que su mochila. Pero, por encima de todo, es una auténtica payasita: si pasas cinco minutos con ella, es muy probable que acabes soltando una carcajada… o tres.
Tiene una habilidad casi mágica para almacenar datos aleatorios y curiosidades del mundo, sobre todo si tienen que ver con historia, su gran pasión desde que era canija. Su cabeza es como un museo portátil, solo que con más memes.
Aventurera de nacimiento (literal: con dos añitos ya intentó lanzarse por la ventana… sin cuerda), busca la adrenalina como quien busca wifi: en todas partes.
Lleva el altruismo en la sangre. Siempre está pendiente de los demás, ayudando, cuidando, preguntando si necesitas algo, abrazando sin manos. Un tipo de persona que ya no abunda… y que hace que todo se sienta un poquito más bonito.
Ama la fiesta, los brindis improvisados y conocer gente nueva como si fueran viejos amigos. Tiene ese tipo de carisma que conecta sin esfuerzo, y por eso ha dejado huella (y amistades) en cada rincón donde ha estado.
Nacida en El Bierzo pero ciudadana del mundo, hizo la maleta a los 18… y no volvió a casa hasta los 32. Porque hay personas que no solo viajan, se convierten en el viaje.


Fran
Él es una sonrisa con piernas y un corazón con brújula.
Cariñoso, vital, amable y de esos que transmiten buen rollo nada más aparecer.
Eso sí, si rascas un poquito (y vale la pena hacerlo), descubrirás un interior lleno de nobleza, generosidad y ternura.
Porque no siempre va por ahí presumiendo de lo increíble que es… pero lo es.
Deportista desde que tiene uso de razón, le apasionan los planes que combinan aventura, naturaleza y un poquito de locura sana.
Si hay una montaña que subir, un río que cruzar y un balón para jugar…él está listo.
Apasionado de las culturas, los idiomas del alma y los puntos de vista que amplían horizontes. Tiene una mente abierta, una empatía desbordante y un lema que lo define:
“Compartir es aprender.”
Buen compañero, responsable y muy, muy familiar. Le encanta crear tribu allá donde va.
Viene de una pequeña aldea de Valdeorras, y lleva sus raíces por bandera. Siempre habla con orgullo de su tierra y de los valores que le enseñaron: humildad, trabajo, pertenencia y comunidad.
Es de esas personas que te hacen sentir en casa, aunque estés a miles de kilómetros.