Experiencias Wilditer 2026

¿Qué hacemos?

No viajamos para tachar destinos, viajamos para vivirlos.

No somos una agencia de viajes.
Diseñamos, coordinamos y acompañamos experiencias grupales de senderismo, aventura, sostenibilidad y conexión humana.
No vendemos paquetes turísticos: conectamos a viajeros con proyectos locales, impulsando una forma de viajar más auténtica, responsable y compartida.

Huimos del turismo enlatado y buscamos lo real:
senderos, sonrisas y momentos auténticos que no salen en las guías.

Nos movemos a pie, con calma y conciencia.
Combinamos senderismo, aventura y sostenibilidad para descubrir el mundo paso a paso.

Queremos que te mezcles con la gente local, que te manches las manos, que vivas de verdad.
Cada ruta, cada comida y cada alojamiento están elegidos con cariño y coherencia.

En Wilditer hay buen rollo, naturaleza y alegría en dosis salvajes.
Aquí, los desconocidos se vuelven colegas, los colegas familia
y los viajes… recuerdos que duran toda la vida.

No te enviamos de viaje, viajamos y caminamos contigo.

Quienes somos

Somos dos almas inquietas, con el GPS siempre encendido y la risa floja.
Locos por la aventura, enamorados de la vida y adictos a los viajes con alma.

Vivimos cada día como si fuera el último, y preferimos que nos llamen disfrutones antes que aburridos.
Si hay una mochila, una buena historia y unas vistas bonitas… ahí estamos.

Nos apasiona conocer culturas nuevas, perdernos por el mundo y encontrarnos en el camino.
Nos mueve la conciencia social, el respeto por el planeta y la pasión por los animales.
Y sí, también nos flipa el cachondeo, la música en directo y esos planes improvisados que acaban siendo los mejores recuerdos.

Estamos en constante construcción (como cualquier buena aventura).
Así nació Wilditer: para compartir nuestra manera de viajar, sentir y conectar.
Porque si hay algo mejor que viajar, es hacerlo en buena compañía.

Ainhoa

Ella es…

Un torbellino de risas, historias y aventuras.
Alegre, extrovertida, soñadora, cabezota y con un corazón más grande que su mochila.
Pero, sobre todo, una payasita de las buenas: si pasas cinco minutos con ella, acabarás riendo… o llorando de la risa.

Tiene una habilidad casi mágica para guardar datos curiosos del mundo —especialmente de historia, su gran pasión desde que era canija—. Su cabeza es como un museo portátil… pero con más memes.

Aventurera de nacimiento (literal: con dos años ya quiso lanzarse por la ventana sin cuerda), busca la adrenalina como quien busca wifi: en todas partes.

Lleva el altruismo en la sangre. Siempre pendiente de los demás, cuidando, ayudando, abrazando sin manos.
De esas personas que hacen que todo se sienta un poquito más bonito solo con estar.

Ama la fiesta, los brindis improvisados y conocer gente nueva como si fueran viejos amigos. Tiene ese tipo de carisma que conecta sin esfuerzo y deja huella —y amistades— allá donde va.

Nacida en El Bierzo, pero ciudadana del mundo, hizo la maleta a los 18… y no volvió hasta los 32.
Porque hay personas que no solo viajan: se convierten en el viaje.

Fran

Él es…

Una sonrisa con piernas y un corazón con brújula.
Cariñoso, vital, amable y de esos que transmiten buen rollo nada más aparecer.

Si rascas un poquito (y vale la pena hacerlo), descubres un interior lleno de nobleza, generosidad y ternura.
No va por ahí presumiendo de lo increíble que es… pero lo es.

Deportista desde que tiene uso de razón, le apasionan los planes que combinan aventura, naturaleza y un toque de locura sana.
Si hay una montaña que subir, un río que cruzar o un balón que patear… él ya está listo.

Apasionado de las culturas, los idiomas del alma y las miradas que amplían horizontes.
Tiene una mente abierta, una empatía desbordante y un lema que lo define:
“Compartir es aprender.”

Buen compañero, responsable y muy, muy familiar.
Le encanta crear tribu allá donde va.

Nacido en una pequeña aldea de Valdeorras, lleva sus raíces por bandera.
Habla con orgullo de su tierra y de los valores que lo formaron: humildad, trabajo, pertenencia y comunidad.

Es de esas personas que te hacen sentir en casa, incluso cuando estás a miles de kilómetros.